10/01/2006

Todo el apoyo a la APPO.

Hace poco más de un mes estuve en Oaxaca. En un arranque de desesperación por no saber si quedarnos en la capital para el día del informe (que obviamente presagiaba más esos día de lo que paso) o irnos a Oaxaca de donde ya nos llegaban informes por demás inquietantes, simplemente decidí tomar “prestado” el coche de mi hermana convocar a otros tres compañeros, y aventarme a la carretera como el borras.

Todo viaje debe tener vicisitudes, y este las tuvo desde el embarque. Que si llevar volante o solo periódicos, que íbamos a hacer si nos detenían en algún retén del ejercito y se ponían necios por la propaganda, que si las tapábamos con propaganda de la CND y le jugábamos a los burócratas haciéndonos los tíos lolos, que si la gasolina, que si las casetas, que si con quien llegamos blah, blah. Total, que todo, como debe de ser, se soluciono ya en el camino y lo que no, pues no hubo tiempo de ponerse a lamentarlo.

Así llegamos a Oaxaca por la noche, y más tardamos en empezar a preguntarnos para donde ir primero, que en quedar atrapados por una barricada, hacia pocos días que la APPO había empezado a implementar el toque de queda, y nosotros no lo habíamos previsto antes de salir del DF. Así pues después de identificarnos en la barricada que nos toco quedarnos, procedimos a pasar nuestra primera noche en una ciudad que a todas luces ya nos parecía insurrecta de un modo que no habíamos visto antes.

Al día siguiente en cuanto salio el sol fuimos a buscar a compañeros de la APPO que habían estado en el DF durante las movilizaciones del Movimiento de Estudiantes no Aceptados de la UNAM y el IPN. Ellos nos dieron alojamiento en la UABJO durante el tiempo que estuvimos ahí. Tuvimos oportunidad de conocer de primera mano los métodos que empleo URO para tratar de silenciarlos, y también sus anécdotas y vivencias en la lucha. También pudimos ver como desde esos días el único resabio de la autoridad del estado que aun se respetaba eran los semáforos. Inclusive acompañamos a los compañeros en algunas acciones. Fue un tiempo muy agradable el que estuvimos ahí, entre la dignidad del pueblo de Oaxaca, y el coraje con el que luchan, para que negarlo.

Muy a nuestro pesar tuvimos que regresar, aquí las cosas seguían su curso y teníamos trabajo que hacer. Así que dos compañeros se quedaron y otros dos regresamos.

Hace poco platiqué con uno de los compañeros que se quedó. Me comentó de la situación que hay todavía por allá. Los problemas y necesidades de la lucha, etc. La amenaza latente de la represión por parte del estado. Yo todavía me pregunto, cuanto tiempo queda antes de que el gobierno desate un problema aún peor. La represión en Oaxaca tendría un costo altísimo, Oaxaca como bien se dice no es Atenco.

Yo por lo pronto ya estoy decidido, hemos estado viendo lo de los centros de acopio para la APPO, y también lo de ir a recibirlos con pintas y mantas cuando lleguen al DF. Si algo pasa antes, ya tengo listas las llaves del coche de mi hermana.

Tiempo de reacomodos.

Hace unos años cuando era alguna de las reuniones de alguno de los muchos frentes que se han creado para luchar contra el “neoliberalismo” y la privatización de la energía eléctrica, estas se realizaban en la secretaria del exterior en el edificio Sindical del SME. Por sus propias características a estas reuniones asistían una variopinta gama de organizaciones e individuos cuyo aparente punto de convergencia era la “lucha contra la privatización”. Un poco en abstracto, porque igual había colectivos estudiantiles de la UNAM, pidiendo apoyo para sus propios eventos al sindicato, como corrientes políticas del SME, la tendencia democrática del SUTERM, una diputada del PT, chavos del FPR, y también por supuesto, nosotros, el periódico obrero “Militante”, además de varios que ya no recuerdo .

En aquellas reuniones, entre muchas otras cosas que se decían, la insistencia de la intervención de mis compañeros era en el sentido de empezar a manejar la consigna de la Huelga General. Explicábamos que no era una consigna a lo inmediato, pero si muy necesaria, que ante los ataques de la burguesía, la única manera de obligarlos a dar marcha atrás era empezar a organizar una huelga que demostrara la fuerza real del sindicato. Por supuesto, en aquellos tiempos fuimos vitupendiados por burócratas del SME que atacaron con rabiosidad el argumento de la huelga y su necesidad. Por supuesto, quienes lo hicieron sabían la veracidad de nuestros argumentos (y las consecuencias, claro), y eso los motivó aun más a denostarlos en esas reuniones. Al tiempo dejamos de asistir a ellas, para enfocarnos en los pocos compañeros del sindicato que ya se reunían con nosotros. En el fondo siempre supe que mas tarde que temprano, la historia, la cruda historia, los iba a obligar a aceptar en público la veracidad de la consigna, y que me iba a poder reír de los que nos habían casi colgado por expresar la necesidad de su divulgación en el SME.

Esta semana fue la creación del Frente Nacional en Defensa de la Soberanía Energética. Y al final, el epílogo de la convocatoria fue reivindicar el llamado a un movimiento huelguístico nacional en caso de que el gobierno de Calderón, intente pasar reformas estructurales. Y al grito de “¡Huelga!, ¡Huelga!” retumbando en el Auditorio “Breña Alvirez” pase la vista a los burócratas, los del PRD, y los del SME, y cobijado entre los camaradas trabajadores, no pude sino sonreir. Varios de los que en aquellos años mantuvieron acaloradas discusiones, estaban en el escenario con el puño levantado. Oportunistas cual más. Y que digo de los flamantes diputados y senadores del PRD, (con perdón de la señora Ibarra de Piedra, que poco tiene que ver con sus compañeros), que jamás aceptaron el llamado a un paro nacional como método de lucha contra el fraude electoral.

Sé que también con el tiempo, tendrán presionados por las circunstancias, que aceptar públicamente que la huelga general si, es una consigna valida, si es una herramienta legítima de lucha, y que los trabajadores están dispuestos a empuñarla aun cuando ellos no quieran.

Así que yo sonrío al salir y caminar por Insurgentes acompañado por compañeros trabajadores del SME, sonrío por que sé que la gente está dispuesta a luchar.


P.D. Pueden ver una relatoría más detallada del evento en el blog “Mi Veldá” (con fotos) que el compañero Erathora me recomendó hace poco.